miércoles, 11 de julio de 2012


UN CONFLICTO GANADERO EN SALILLAS DE JALON EN 1944.

Sin lugar a dudas la agricultura ha sido el medio de vida más importante para los vecinos de Salillas de Jalón. La presencia de campos de regadío ha garantizado importantes cosechas de remolacha, fruta, maíz, alfalfa.… acompañándose por los irregulares resultados obtenidos en los montes de secano de trigo, cebada  y vid principalmente. Oculta por la agricultura queda la ganadería. Fueron pocos los que apostaron por la ganadería,  muchas veces como complemento a la agricultura y es nuestro propósito en este nuevo apunte rescatar del olvido  una de  las muchas complicadas situaciones a la que se enfrentaron en su lucha diaria por sobrevivir.

En 1944 nos encontramos con cuatro ganaderos en el pueblo: Juan Antonio Monreal Montesinos, Jose Langarita Balduque, Santiago Gallel Lucia y Jesus Mosteo Pérez que salen con sus ganados a los campos próximos a Lucena. En ese momento Salillas estaba unida a Lucena gracias a un camino vecinal de tierra que unía la estación de ferrocarril de Salillas con la carretera de Rueda-La Almunia, cuyas labores de mantenimiento y reparación eran llevadas por trabajadores de la Diputación Provincial de Zaragoza. En octubre de ese mismo año se realizan obras de acondicionamiento del firme del camino. Acabadas las obras  los ganaderos  reciben la invitación del encargado del arreglo para que “en los sucesivo no pasemos con nuestros  ganados por dicho camino so pena de ser denunciados ante la Diputación Provincial


Los ganaderos ante tal amenaza escriben una carta con fecha 26 de octubre de 1944 a la Diputación Provincial de Zaragoza,   explicando las razones que les llevan a utilizar ese camino y solicitan la autorización correspondiente para seguir transitando: “ Es el único paso existente desde el pueblo hasta su empalme con la carretera,… cuyo paso es obligado si queremos aprovechar los pastos de la huerta y en caso contrario nos veríamos en la necesidad de venderlos por no tener para sustento  y supuesto que se trata de un pueblo que por escasez de termino municipal, no tiene de monte ni baldíos para estos fines”.



Por todos estos motivos “Humildemente suplicamos que en vista de las circunstancias tan críticas por las que atravesamos para poder trasladar a nuestros ganados desde la paridera a la huerta con el fin de aprovechar los pastos de la misma, recurrimos a esa Excma. Diputación Provincial con el fin único y exclusivo de que nos conceda la correspondiente autorización para poder pasar con nuestros ganados por el Camino Vecinal mencionado”.
El alcalde de Salillas Gregorio Adiego emitió al mismo tiempo un informe ratificando que todo cuanto se dice en el escrito era cierto y acorde con la realidad.
La Diputación Provincial recibe el escrito y el Sr Ingeniero Director de Vías y Obras provinciales emite  un informe  el 6 de noviembre de 1944, con malas noticias  para los vecinos ganaderos: “Que de  los datos que obran en esta oficina de mi cargo se desprende que el citado camino no atraviesa ni conduce a zona de eriales de pastos para ganadería y que el aprovechamiento de los pastos de la huerta puede no obstante verificarse a través de un camino existente que partiendo de las proximidades de la estación, enlaza con la carretera general del Estado en su km 5 y al cual afluyen los caminos llamados de Colbarán y Suñen, formando un nudo que abarca la casi totalidad del área de la huerta.  En consecuencia esta Dirección estima que no debe accederse a lo solicitado, considerando que si respetables son los intereses de los solicitantes, no lo son menos los de la Excma Diputación, por cuanto autorizar el tránsito de ganados por el camino vecinal equivaldría a un gasto de conservación carísimo o en su defecto dañar los intereses de los usuarios que no siendo ganaderos, circulen por las vías públicas”.
El Negociado de Fomento recibe tanto el escrito remitido por los ganaderos y el informe del Ingeniero Director de Vías y Obras, y tras estudiarlo propone a la Comisión Gestora se digne acordar desestimar lo solicitado por los ganaderos. La Comisión Gestora de la Diputación Provincial de Zaragoza, en sesión de fecha 14 de noviembre y siguiendo las pautas del Negociado  desestima la solicitud de los ganaderos, enviando justificante de la decisión adoptada a los interesados.
Los ganaderos no conformes con la resolución y observando algunos errores vuelven a escribir a la Diputación Provincial de Zaragoza. Insisten en que  “no existe otro camino que el vecinal que queda reseñado, por el cual antes y después de su construcción han pasado los ganados para circular a las propiedades de la huerta; no existen caminos vecinales ni de herederos para poder cruzar los ganados desde las parideras hasta las fincas que han de ser objeto de aprovechamiento de pastos. La huerta necesariamente  tiene que ser cruzada por el mentado camino vecinal, que tiene una extensión o longitud de unos dos kilómetros entre los términos de Salillas y Lucena de Jalón”
Posteriormente los ganaderos citan el error que el Ingeniero comete al hablar del camino Suñén y Colbarán, parajes dentro del término de Epila  y “sobre los cuales nosotros los firmantes no tenemos derecho a pasar por ellos ya que se trata de otra jurisdicción”. Solicitan a la Comisión Gestora la rectificación del acuerdo tomado anteriormente, en caso contrario habrán de recurrir en alzada y si vuelven a obtener resultado negativo “irremisiblemente tendrán que vender nuestros ganados por no tener pastos para su manutención, y supuesto se trata de un pueblo que no tiene termino municipal de monte, y su única vida y solución de riqueza pecuaria es la huerta”.
La Diputación Provincial recibe el nuevo escrito de los ganaderos elaborando un nuevo informe tras enviar personal  a realizar “una visita al expresado camino vecinal y explorarse los caminos del término municipal con objeto de buscar una solución que armonice los intereses de todos”:
Interesante es reseñar la descripción de los caminos que el personal de la Diputación  Provincial encontró en su visita para buscar una solución. Recordar que la medición se realizaba desde la estación de ferrocarril de Salilllas. Añadimos entre paréntesis la interpretación y comentario  que he dado a algunos  caminos (siempre discutible):
-          Camino de Los Artillos que arranca del vecinal frente al lavadero y se desarrolla por la parte alta de la huerta y hasta el término municipal de Epila. (pasando por las placas solares hacia Mareca por la huerta)
-          Camino del Rio que parte del hectómetro 1 del kilometro 1.(1,1 km,  a mano derecha tras cruzar el río).
-          Otro camino que partiendo del lavadero se dirige hacia Ricla bordeando la parte alta de la huerta.(en dirección al molino)
-          El antiguo camino Berbedel que arranca del kilometro 1 hectómetro 9 del camino vecinal dirigiéndose hacia el indicado poblado, si bien ese esta interceptado en el cruce con el rio Jalón a causa de la desaparición del tablero de un puente que lo atravesaba ( 0,9 km, camino que pasa junto a Casa de Rosell antes de cruzar el río)
Además certifica “Que por efecto de la falta de vías transversales, el transportes necesario para explotación agrícola tiene que verificarse a través de fincas ya que el acceso a ellas en su mayor parte no puede hacerse de otra forma”. Por consiguiente aclara que “es evidente que si las necesidades de la explotación agrícola de la mayor parte de las fincas del  término hacen indispensable atravesar otras de distinto propietario, no hay razón alguna para que este procedimiento no sea de aplicación en el aprovechamiento de los pastos de toda la huerta


La Diputación Provincial a través de su Negociado de Fomento en su intención de no perjudicar los intereses de los ganaderos propone una solución que consistió en “autorizar la circulación de ganado por el trozo del camino vecinal comprendido entre el pueblo de Salillas y el arranque del camino del Rio, también llamado de la presa, estos con una longitud de 625 metros a condición de que los ganaderos se comprometan a compensar los perjuicios que esta servidumbre origina al camino mediante un canon consistente en la colocación de 75 metros cúbicos de piedra silícea en grueso con tamaño suficiente para poder sufrir machaqueo, es decir, con dimensión mínima no inferior a 12 centímetros, en el sitio que oportunamente se designe por el personal encargado del servicio de conservación, entendiéndose que este canon será  anual.
Esta solución será posteriormente aprobaba por la Comisión Gestora el 10 de Enero de 1945, trasmitiendo posteriormente dicha resolución a los ganaderos y Ayuntamiento de Salillas de Jalón.
De esta forma tan curiosa se resolvió el acceso de los ganados a los campos próximos a Lucena, de forma que los ganaderos transitaron desde Salillas por la carretera (camino sin asfaltar)  salvando  el río Jalón por el puente, única forma de paso, para poco después  desviarse por  caminos (Camino del Río)  y atravesando campos  con el ganado llegar hasta los pastos  próximos a  Lucena.
No sabemos si  se cumplieron las condiciones acordadas en la Diputación Provincial de Zaragoza, pero esta resolución  significó un pequeño triunfo ante las autoridades, que permitió que la ganadería continuase presente en la vida de Salillas de Jalón.
Hasta la próxima:                               Pablo Founaud
        Julio 2012.

 

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